lunes, 7 de marzo de 2016

RUDRA - Discografia

Nombre: RUDRA
Género: Extreme Folk (Vedic) Metal
País de Origen: Singapur

El mensaje sobre el Folk en esta página ha sido muy claro, en particular como un llamado a escucharnos a nosotros mismos como un continente repleto de historias por contar, de antegonismos y misterios que valen la pena ser sacados a la luz argullosos de ello; sería bueno que se produjera Metal latonioamericano con tinte indígena y mestizo (que es lo que somos a la final). Sin embargo, generalmente no se hace, y cuando remotísimamente se hace sale mal el ensayo.
Pero la historia en otros continentes, regiones y países es bien diferente a la nuestra, ya que en los últimos años países no-occidentales (América Latina tampoco es occidental, hay que dejar de pensar en que lo somos) han golpeado la escena de una forma contundente e inimaginable, con fusiones que van mucho más allá de los fusionable. En realidad, han sacado sus instintos más profundos como étnias válidas y respetables a lo largo de siglos y milenios de historia para mezclar cosas a parentemente dispares desde el punto de vista occidental (blanco racialmente blanco, -esta categoría no es irrefutablemente sustentada, ya que hay muchas dudas y debates de su existencia-), y así, adoptar nuevas posturas al mezclarlas entre -lo propio- y -lo ajeno-. El resultado salta a la vista, como se hizo con todo lo mestizo a través de la colonización europea, al traer simbologías y materializaciones que fueron transformadas en elementos nuevos por parte de los nuestros (no-blanco racialmente hablando). Así es RUDRA, y otras muchas bandas de diferentes países que se han autoescuchado para elaborar proyectos musicales interesantísimos, y todo esto, sin necesidad de dejar atrás su amor por el Metal pero tampoco jugar a lo que ya está jugado hace mucho tiempo, por muchos años, sin cesar. ¡Hay que escuchar otras cosas!
RUDRA inaugura su carrera musical en el año 1992, de tal forma que no hay que verlos como una banda demasiado joven, y su primer demo fue titulado: The Past, el pasado. Eso fue lo que pretendieron hacer desde su creación como banda, al menos ideológicamente, ya que querían hacerle énfasis al pasado que los atraviesa como sociedad contemporánea. La influencia de la India es inmenzamente nutrida de aspectos por descubrir, y es por eso que se expandió en países insipientes de su periferia. El misterio que hay detrás de una historia tan antigua como la india es muy importante a la hora de considerar el trabajo de la banda, su mitología es tremendamente diciente de la seriedad ritualística (en particular la sociedad védica) que aún se conserva. Kathir (voz - bajo) y Shiva (batería) crearon un concepto nuevo al hacer Metal pesado, de hecho empezaron suy simpatizantes del Death Metal, y poco a poco mezclarlo con elementos folclóricos y oscuros que complejizaron la música en una etapa muy temprana de la banda. Al final, prefieren llamar a su música como Vedic Metal, ya que es la mejor forma para recalcar su papel en la escena musical no-blanca.

Rudra, lanzado en 1998, es el primer álbum de larga duración. Su portada es la primer cosa que engancha al interesado por escuchar algo diferente, ciertamente logra plasmar la escencia de su música. Luego, al escuchar lo que contiene en su interior, nos enfrentamos a un sonido fuerte de Death Metal principalmente pero con cierto ambiente diferente, sin embargo, no es algo del todo protagonista. Sus letras sí plasman algo realmente diciente en torno a su portada, la mística de la antiguedad se hace ver con los constantes gritos de guerra. Finalmente, aunque no sea lo más innovador en torno a instrumentos musicales, sí lo hace en su conjunto con letras y ambiente general, así que es un disco muy recomendado para escuchar -otro- tipo de Death Metal.

The Aryan Crusade, lanzado en 2001, es el segundo álbum de larga duración. Las cosas acá empiezan a enrumbarse, los acercamientos para con la filosofía de sus letras se hace realmente visible, al igual que nuevamente su trabajo de portada muestra bien lo que quieren proyectar. La profundización de sus segmentos musicales se ha transformado ahora en escalamientos y desescalamientos del misterio propio epicentro artístico; de hecho se empezaron a sumar importantes intros e interludios que hacen referencia a esa atmósfera sombría y hechizante, mientras se continuó con la fuerza instrumental para no restar pesadez al sonido.

Kurukshetra, lanzado en 2003, es el tercer álbum de larga duración. Se sigue la misma ruta del anterior pero con la única diferencia de un enfoque un tanto menos abrasivo y más entendible en sus estructuras musicales, aunque en este punto es muy importante el trabajo de producción que viró ligeramente hacia un enfoque de continuidad más accesible. La voz de Death Metal quedó en el pasado, ahora es oscura y de cierta forma vinculante al Black Metal, aunque no por completo; es entendible pero con mucha fuerza.

Brahmavidya: Primordial I, lanzado en 2005, es el cuarto álbum de larga duración. Empieza la trilogía Brahmavidya y con ella el incremento sustancial de calidad musical de carácter hinduista. De cierta forma se dan la mano con MELECHESH, NILE y BEHEMOTH (en su etapa 'The Apostasy') con la incorporación protagónica de cantos en hindi (el idioma más hablado en la India). El juego instrumental ha hecho de las suyas en torno a la profundidad musical, la holística se ha apoderado de la música para sacarle provecho a cada elemento que necesiten del Black, Death y Thrash Metal. Algunos de sus riffs llegan a ser completamente épicos, nos transportan a la ritualización de la India en plena forma, pareciera estar viendo sus paisajes, a las personas vinculadas, esculturas, templos y demás construcciones. Realmente muy imponente.

Brahmavidya: Transcendental I, lanzado en 2009, es el quinto álbum de larga duración. Con una mejora significativa de producción, se tiran de clavado olímpico a la piscina de las grandes ligas en el Metal extremo. Parecen no agotarse, por el contrario, parecen más fuertes con cada lanzamiento y con este golpe contundente se demuestra un aumento en el tecnicismo a la hora de componer sus canciones de longitud considerablemente media (generalmente rodea los cinco minútos). Sus riffs son tan potentes como los de NILE o BEHEMOTH, con tanta oscuridad en su interior que resulta una aventura increíble escuchar sus canciones, a veces incluso logrando himnotizar al oyente y otras despertándolo con las explosiones de ritmo. El baterista está loco, sus golpes de tambores y platos se hacen de forma rápida y a veces ritualística; además tiene el gran impulso de producción que destaca a la batería y bajo de forma importante en el sonido demoledor.

Brahmavidya: Immortal I, lanzado en 2011, es el sexto álbum de larga duración. La cuota de Death Metal sigue estando presente, y de forma muy importante, pero con otros matices que hacen salir a la música de una etiqueta sencilla de identificar, además poco interés hay en etiquetar, más bien en describir y argumentar puntos importantes. Con el anterior trabajo vimos la profundización de la banda con una velocidad constantemente alta y con frecuentes pasajes muy atmosféricos, en cambio este se ha tomado el trabajo de hacer las cosas un poco más lentas y, con ello, más pesadas. Los riffs son brutales, con mucho dominio de su contexto por mezclarse muy bien con el resto de instrumentos, quienes le dan un apoyo fundamental para hacer piezas magistrales que nos hacen disfrutar de forma casi obligatoria. Es un gran disco, pesado y, como de costumbre, muy pegadizo. Finalmente con este disco se termina la trilogía Brahmavidya, que produjo la expansión musical y comercial de la banda.

Ṛta, lanzado en 2013, es el séptimo álbum de larga duración. La primer característica de este capítulo musical de la interesantísima RUDRA es la longitud de las canciones, pues, las mismas se han ampliado de forma importante, el promedio es el coqueteo hacia los diez minútos. Pero no es el único cambio, ya que parece ser un viraje de rumbo para la banda; luego, es previsible notar que la música se ha tornado más oscura (esto es ayudado del trabajo de producción) y, además, el comportamiento instrumental de alguna forma ha elaborado riffs grandilocuentes y alargados (recuerda un poco al sonido clásico de IMMOLATION), aunque en muchos puntos de cada una de las canciones se salen de la lógica del Death Metal o del Black Metal, es por eso que se prefiere una vinculación más próxima al Extreme Metal con temática y elementos musicales Folk. La voz cada vez es más fuerte con cada disco, y aveces se toma el trabajo de variarla un poco, pero no hay un cambio radical, cosa que ayuda al estilo continuo de la banda. Creo que el cambio de estructuras musicales es algo positivo, de hecho está repleto de cosas interesantes, brutales y, por vez primera, con la utilización del Doom; hay que entenderlo como un trabajo diferente a todo lo anterior, y es por esa razón por la que se cometieron un par de errores en el momento de vincular algunas piezas. Si la banda sigue por este camino en el futuro cercano, con seguiridad perfeccionarán esas asociaciones rítmicas porque el talante de RUDRA es, como ya se ha comprobado, de trabajo intenso con grandes resultados.

1998 - Rudra

2001 - The Aryan Crusade

2003 - Kurukshetra

2005 - Brahmavidya: Primordial I

2009 - Brahmavidya: Transcendental I
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2011 - Brahmavidya: Immortal I
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2013 - Ṛta
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