Bloodiest es una banda estadounidense que en este 2016 decide sacar su segundo larga duración de nombre homónimo. Su sonido ronda entre el sludge, lo experimental, el rock psicodélico y el noise rock, haciendo con esto una fusión muy interesante; la cual se presenta de manera sobria a lo largo del disco.
Iniciamos con “Mesmerize”, la cual nos muestra ese lado noise recordando mucho a bandas como Swans y Sonic Youth, pero con ese toque metalero que le da energía, y una atmósfera densa.
Luego nos encontramos con la mejor canción del álbum “The Widow”. Un tema que aborda la agonía y la melancolía en sus melodías, sobre todo en las vocales. Poco a poco va creciendo con acordes de guitarra que traen a la mente a gigantes como Isis, donde los arreglos de piano se hacen presentes de manera casi imperceptible, pero estos consiguen el cometido de acompañarte por ese viaje hacia lo profundo de un vórtice de esquizofrenia, hasta llegar al climax de la canción, donde la voz juega un papel muy importante otorgando imponencia y sufrimiento. Las guitarras juegan con riffs lentos, poderosos, que golpean el alma del escucha.
Continuamos con “Condition”, una canción instrumental con un arpegio de guitarra simple y muy melódico que prácticamente es un intro a “Broken Teeth”, que denota la gran influencia que conserva esta banda de Swans. El riff principal es disonante, poco ortodoxo, la voz desentonada que se junta con una base rítmica lenta que participa en los momentos de más profundidad. Y como en The widow, esta canción también cuenta con un climax formidable donde la banda brilla en su máximo esplendor, debido a esos arreglos experimentales, los compases de los requintos y la potencia de la voz.
“Mind Overlaps” y “He is desease”, canciones que se pueden considerar como una sola. Siendo la primera una especie de transición para que la segunda no tenga que pasar por el proceso de crescendo, empujándonos directamente a ese agujero de oscuridad y agobio.
Nos encontramos con “Separation”, la cual no sorprende, dado que Bloodiest comete el error de ser un tanto repetitiva en su fórmula de riff lento en los versos, el cambio de compás en el puente y el crescendo del coro. Por último se encuentra “Suffer”, canción que cierra de manera perfecta el disco, pues presenta lo mejor que tienen para mostrar, que es esa locura agonizante, el agobio de sus riffs y el desenfreno en sus arreglos.
En resumen. Un disco que dentro de su género se destaca por la manera en la que fusiona su sonido de origen con la experimentación, pero que poco se sale de su círculo de ideas, siendo por momentos monótono, pero si se tiene paciencia se pueden encontrar minutos espectaculares. Recomendado para fans del sludge y el noise rock.
7.5
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